Himno Generacional

domingo, agosto 20, 2006

He vuelto ( 3 ) capítulo final

Ya ni me acuerdo por donde iba, solo que tengo ganas de terminar de contar el viaje. A ver, sí, que estabamos en Budapest y cómo habiamos ganado 2 dias entre unas cosas y otras, decidió que Munich era nuestro siguiente destino, el viaje se hizo pesado, ya que entre las pésimas carreteras, atascos y la cantidad de radares que había no se pudo correr en todo el trayecto. Nada mas llegar buscamos una sitio para descansar un poco del viaje y fuimos a topar con un sitio gay, que el dueño no tardó en tirarle los trastos a mi acompañante. Munich esta ideada para que gastes panoja, todo el centro es un gran área comercial y tiene una calle que están todas las grandes marcas, la diagonal parece el rasto comparado con aquello, vamos, que no pintábamos nada allí. Para cenar fuimos a un sitio que es del ayuntamiento, se sirve toda clase de cerveza que la mas pequeña es de litro y se degustan los típicos platos de comida alemana y encima hay orquesta, me lo pase realmente bien, hasta alguno se marco un vals. Luego sucedió algo impensable, me explico, cuando oigo la palabra "japo" aparte de las pelis, me viene a la cabeza una japonesa, vestida de colegiala, con su faldita, sus medias hasta las rodillas, tímida, muy naif pues el mito se hizo pedazos, vimos a una que no sé cuanto habría bebido, la llevaban entre tres personas, casi arrastrando, con todos los pelos por la cara, muy pálida, seguro que vuelve al sake de toda la vida y se deja de cervezas, le iba a hacer una foto pero me dio pena. Otra cosa que me extraño es cómo la gente se puede comer unas salchicas con patatas y demás a las 8 de la mañana, a mi simplemente con el olor ya se me revuelve el estomago. Fuimos a visitar un par de cosas que nos quedaron pendientes y salimos rumbo a Salzburgo.


Salzburgo es como un Belén pequeñito, muy barroco y bien cuidado. Donde en cada esquina hay gente tocando cosas de Mozart, en cada tienda te venden todo tipo de productos de Mozart, vino, chocolate, licores, colonias, pañuelos y hay decenas de placas conmemorativas "Mozart estuvo aquí" "Mozart cagó aquí" "Aquí Mozart estuvo sentado", hasta le han dedicado una plaza, aunque no me extraña ya que viven de él. Por la mañana nos fuimos a Viena, es enorme, inmensa, no paramos en los dos dias que estuvimos. Visita obligada era el castillo de Schönbrunn, que recargado estaba todo, me explicaron la verdadera historia de Sisí que dista mucho a la que nos explican en las peliculas, de cuento de hadas no tiene nada. Viena también vive de ¿quién? Claro que sí, de Mozart y nos lo recuerdan en cada esquina.


Nuestra última parada fue Bratislava, que por si fuera poco el trauma de volver otra vez de vacaciones estuvo todo el dia lloviendo. Aqui os dejo un par de fotos para que veais que la globalización para la liberación del pueblo palestino esta en todos los sitios.