Freakys no, gracias

Ayer era mi primera excursión al Salón del Manga, así que quedé con el Gavilán (un experto) para ver todo aquello. Supongo que no está de mas decir que yo no conocía a nadie mas allá de Akira, el viaje de Chihiro o el castillo ambulante (aparte de los de mi época), es decir que estaba mas perdido que Adán en el día de la Madre, así que me limitaba a mirar camisetas y los disfraces de la peña, algunos muy currados. El, todo lo contrario, se conocía la vida y milagros de todos ellos, las últimas novedades y las cosas de coleccionistas descatalogadas.

Una cosa que me sorprendió es la cantidad de niños que se pierden en un sitio así, por lo menos dijeron 4 nombres diferentes en las 2 horas que estuvimos por allí. A uno de esos niños lo abandonarían, ya que llamaron a sus padres 18 veces, supongo que los padres pensarían que mejor que con los seguratas no estaría con nadie y así ellos podrían recorrer todo el salón sin que el niño les diese el tostón y se encaprichase de todos los peluches.

Lo mas extraño es que a todos estos fanáticos del manga les encanta que les llamen Freakys, y para mi ser raro no es que te guste el manga o que no tengas los mismos gustos de los demás. Los freakys de verdad no van alardeando de ser raros, nunca verás a uno de ellos llamarse raro, todo lo contrario, se camuflan entre nosotros, los vemos todos los días en la calle, panadería, en el metro y no nos damos cuenta. Ser freaky es chungo y no mola.Supongo que todos tenemos algo que nos hace diferentes, ¿un vegetariano es freaky?¿ y un abstemio? ¿los ingleses lo son por conducir por el lado contrario?