La mierda es bella

Tenerme comiendo todos los dias enfrente es un suplicio, lo admito y lo sé. Por muchísimas razones, algunas la hago queriendo cómo abrir la boca y enseñar la bola de comida toda masticada, incluso a veces se me cae en medio de la mesa, hacer ruidos cuando mastico, otras me salen solas que es dejar toda la salsa de tomate en mi camiseta, en la mesa o en el taper de mis compañeros y a veces terminamos hablando de cosas escatológicas en la mesa.

Hace algunas semanas alguien que no voy a decir el nombre se llevó arroz negro, y claro, allí estaba yo para decirle las cualidades de ese manjar, que cuando fuese a hacer "popo" mirase lo que dejaba atrás, que ya vería ese cambio de tonalidad al que estaba acostumbrado. Al principio no se lo creía pero cuando pudo comprobarlo me vino a dar la razón.

Hoy la misma persona se ha traido espárragos trigueros a la plancha, muy buena pinta, con su punto de sal y esas cosas. No me he podido morder la lengua y le he dicho de que los esparragos y la lluvia dorada no son buenos amigos, que mejor me meaba otro día. Toda la mesa al escuchar eso se ha dado media vuelta y nos ha mirado, es lo que siempre me pasa, que pienso que nadie me está escuchando pero al decir algo fuera de lo normal me doy cuenta de que tienen las antenas puestas en mi dirección. La verdad es que me da igual, yo se que es broma y espero que ellos también. A media tarde se me ha acercado la persona en cuestión y me ha dicho que no había olido nada raro, cosa normal, ya que los jugos gástricos tienen que hacer su efecto, que se prepare esta noche. Mañana me dará la razón. Entonces yo me hago una pregunta... ¿Soy un gurú de lo escatológico? ¿Un chamán? ¿O símplemente me fijo en las cosas?