Nunca hables con extraños (según de qué)

Trabajar tanto no puede ser bueno, esa es a la conclusión que he llegado después de plegar durante estos días a horas reálmente pohibitivas. Hoy tenía unas ojeras de esas que parecía que hubiese estado 2 semanas de fiesta en fiesta hasta agotar yo solito con todas las existencias Colombianas pero no de café. Dicho ésto y sin más preámbulos voy a relatar la "alternativecrhistmaslunchnightparty", os ha quedado claro? A mí tampoco.

La cena cómo no podía ser de otra manera fue en casa de la Colorete, al final éramos 5; la Señora Orujo (se bebe hasta el alcohol de quemar), su hermana; la Señora Anécdotas, R, la anfitriona y uno mismo. Si a ésto se le puede llamar cena de empresa que venga Dior y lo vea pero teniendo en cuenta que en la factoría no se hacen cenas sino comidas y que la media de edad ronda los 60 años pues nos juntamos lo "mejorcito" de la empresa. En fin, a lo que vamos, cuando corre el vino y el thc la noche puede dar mucho de sí.

La Señora Anécdotas que trabaja en un famosísimo y reputadísimo hospital de Madriz cuando hubo bebido un par de copazos, empezó a relatarnos lo que se cuece en su centro de trabajo con los cuerpos aun calientes y dejan de latir su corazones. Conversación ideal en una cena navideña con gente que conoces desde hace una hora. Si morirse es algo que uno no lo tiene en mente todos los días, desde el viernes mucho menos. Por si acaso ya he dejado patente en mi testamento que si mi hora llega en la capital, NADIE, bajo ningún concepto me lleve a ese hospital porque corres el riesgo de;

- De que te den collejas por la mala vida que les has dado antes de palmarla acompañadas con frases tipo; "Qué por culillo nos has dado, jodido" "Majete, ya nos has dejado de incordiar"
- De que tu mano termine en el bolsillo de algún médico becario a modo de novatada.
- De que se rían de tu pichilla (pués a ese diminutivo es a lo que ha quedado relegada) "Mirad, si parece un cacahuete"
- De los pedos que te tiras cuando se relajan los musculos.

Cuando llegaron los postres y los chupitos campaban a sus anchas, la mujer estaba imparable y sacó todo su repertorio entre el que se incluía el de un compañero suyo que era maricón, "buen tio pero maricón maricón de esos con plumas y todo" (palabras textuales). No os podéis imaginar la cara que puso cuando le dije que yo también era "maricón maricón".